Hacia una economía circular

El pasado 22 de abril celebramos el Día Mundial de la Tierra y en Romero hemos tenido la oportunidad de contar con la opinión del experto en Medio Ambiente, Víctor Duart, Físico e Ingeniero y miembro del Consejo de Dirección del Global Electronics Council.

A través del siguiente artículo, Victor Duart nos cuenta cómo y en qué consiste la economía circular, la importancia que tiene que las empresas comiencen a trabajar en un modelo de negocio más sostenible a través de sus recursos.

Víctor Duart.- Partiendo de la base de que los recursos naturales son finitos, cabe preguntarse cuáles son los modelos de negocio y actividad más eficientes para la optimización de su uso.

La mayoría de los modelos de sistemas socioeconómicos actuales y desde la revolución industrial son lineales, es decir, los ciclos de producción empiezan con las materias primas, su transporte, la fabricación del producto, su distribución, su uso y su disposición final, es decir, las fases del producto se realizan mayoritariamente una detrás de otra, de forma lineal.

Con este modelo lineal, lo que se produce generalmente es que cada parte del mismo, se preocupa solo de optimizar “su parte” contando con el input de la fase anterior y entregándose a la siguiente. Esta desconexión representa un elevado riesgo de ineficiencia en el consumo y utilización de recursos naturales (energéticos o materiales)

A lo largo de los años se ha ido mejorando la eficiencia de este modelo con propuestas que intentan conectar mejor las distintas fases del proceso con una visión general y con denominaciones como “de la cuna a la tumba”, o incluso, en aquellos casos en los que los residuos de final de vida pueden usarse como materias primas, se introduce el concepto denominado “de la cuna a la cuna”, dando a entender que esta visión general introduce un control a lo largo del ciclo de vida del producto.

Pero para dar un vuelco drástico a la eficiencia del uso de recursos naturales, hacía falta no sólo una serie de mejoras incrementales, sino un cambio de paradigma

Este cambio de paradigma es el concepto de economía circular. Su objetivo es mantener el valor de los recursos, tanto materiales como energéticos, durante el mayor tiempo posible, devolviéndolos al ciclo de producción al final de cada uno de sus usos, por tanto, mejorando la eficiencia del proceso.

Los cambios que resultan de la circularidad afectan a toda la cadena de valor, al diseño de los productos, a los modelos de gestión y de mercado, a los modos de conversión de los residuos en un activo y a los hábitos de consumo de los ciudadanos.

Para llevar a cabo esta transformación, es necesario desarrollar e implantar modelos de negocio y cadenas de suministro circulares, implantando estos conceptos a nivel de la organización, especialmente en la gestión de la cadena de suministro, donde conceptos de logística inversa cobran especial relevancia.

Un modelo de negocio para la economía circular se define como “la forma en la que una compañía crea, captura y proporciona valor de forma que se mejore la eficiencia de los recursos mediante la contribución a la extensión de la vida útil de productos y piezas por medio de prácticas como: diseño para la durabilidad, reparación, re-fabricación, reutilización, desmontaje, reciclado, etc, con el objetivo de cerrar los ciclos materiales, así como la minimización del uso de la energía en todas las fases del producto”.

Recientemente, está apareciendo el concepto de Sistema Producto-Servicio (PSS por sus siglas en inglés) como modelo de negocio que soporta la economía circular y que integra productos y servicios con la intención de satisfacer las necesidades del cliente (un ejemplo sería el leasing en lugar de la compra de bienes como vehículos, ordenadores, etc. que facilitan la circularización del uso de dichos bienes)

Esta circularización de la economía, no solo tiene efectos positivos en la sostenibilidad, sino que es un modelo de negocio orientado a la eficiencia, ya que la disminución del uso y desecho de recursos energéticos y materiales en el ciclo de vida de los productos es una buena práctica empresarial y financiera.

En realidad, este modelo imita a la naturaleza, buscando que los recursos no se descarten y sigan generando valor en el tiempo. Como sociedad debemos buscar cómo integrar la idea de la economía circular, no solo en los niveles empresariales, sino que debería ser un concepto presente desde nuestro consumo personal hasta en nuestros diferentes entornos donde nos desenvolvemos.

Víctor Duart

Físico e Ingeniero

Miembro del Consejo de Dirección del Global Electronics Council